En los 45 años que llevo dedicándome a la comunicación, primero como periodista y luego como consultor, he llegado a la conclusión de que únicamente hay un secreto para comunicar bien. No es fácil resumir en un solo concepto cuál es el verdadero secreto de la buena comunicación en un escenario tan complejo como el actual.
El ruido que interfiere constantemente en las políticas de comunicación de las organizaciones hace que estas, o bien se limiten a una comunicación reactiva, respondiendo como pueden a este ruido continuo o bien, ejerciendo lo que podríamos llamar una comunicación de confort. Yo sigo haciendo lo mismo que he hecho siempre, aunque lo que haga no tenga nada que ver con la realidad actual. Prueba de ello son las miles y miles notas de prensa que se siguen difundiendo diariamente sin ningún tipo de efecto ni de repercusión. En realidad, en la mayoría de casos que conozco, no comunicamos, sobrevivimos a la comunicación.
Los riesgos actuales de la comunicación
No somos nada conscientes de los nuevos riesgos que conllevan las nuevas realidades de la comunicación para nuestras organizaciones y que podrían concretarse en un único concepto: nunca antes nos habíamos enfrentado a un momento de tanta debilidad de la reputación de las empresas y organizaciones. La explicación es clara nunca antes la credibilidad y la confianza habían sido conceptos tan etéreos. Cualquier persona puede cuestionar la credibilidad y la confianza de nuestros productos, de nuestra marca o de nuestros servicios con un solo clic y generar, en segundos, un tsunami que se lleve por delante toda nuestra reputación y por lo tanto, nuestra existencia como a empresa.
Sin embargo, seguimos haciendo lo que hacíamos en el siglo pasado, alimentado un clipping que únicamente nos creemos nosotros y que no garantiza en absoluto que estemos reforzando o afianzando nuestra reputación. Comunicar ya no es fácil y, ciertamente, hay muy poca comunicación en las organizaciones que esté enfocada a gestionar las complejidades actuales.
La importancia de la comunicación proactiva
En todas las situaciones de crisis que hemos gestionado en los 25 años de historia de Síntesi, hemos aplicado siempre un denominador común, que es lo que nos ha permitido superarlas con mayor o menor éxito, o al menos, sin dejar la reputación de nuestros clientes a unos niveles tan bajos que hacen imposible la remontada. La clave siempre ha sido la misma. Un buen análisis, unos objetivos claros y asumibles y una estrategia clara y decidida de comunicación que nos permite marcar un rumbo para no tener que improvisar o perdernos en la tormenta de ruido interno o externo. Este es el secreto, una comunicación proactiva, constante y clara hacia un objetivo concreto en línea con nuestro negocio.
Cuando se comunica de manera proactiva, clara y decidida, te das cuenta que puedes dejar atrás muchos de estos hábitos de confortabilidad que sólo nos permiten andar en círculos y que es posible comunicar ante cualquier complejidad. Es este estilo comunicación, lo que permite automáticamente convertir tu organización en medio de comunicación, en líder de opinión y en fuente de información. Este es el secreto de la nueva comunicación.
Cambiar no es fácil, pero peor es quedarse atrás pensando que lo que se ha hecho siempre es lo que debe valer siempre.
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