En Síntesi, hace años que defendemos que hoy la comunicación es omnipresente y que, gracias a las múltiples redes sociales y plataformas, es cada vez más directa entre las empresas y organizaciones y sus públicos. Este final de año hemos tenido dos claros ejemplos de ello. Ha habido muchos más, pero quería fijarme en dos de ellos por su transcendencia; los dos vinculados al mundo del futbol.

El primero es el vídeo con que Gerard Piqué anunció que se retiraba del futbol profesional. Un vídeo corto pero con un impacto enorme en todo el planeta gracias a las redes sociales. Más allá del anuncio en sí, ¿por qué Piqué eligió hacerlo de esta forma en lugar de celebrar la típica rueda de prensa de despedida? Pues porque de esta manera controla qué dice, cómo lo dice, dónde lo dice y cuándo lo dice. Piqué es una personalidad pública y sabe que todo lo que dice tendrá una repercusión mundial. Haciendo este vídeo de esta forma, se asegura de que su mensaje llegará de manera diáfana a todo el mundo; y de alguna forma está diciendo a los medios de comunicación, e incluso a su club, que no los necesita para hacer llegar su discurso a todos los rincones del planeta.

El segundo ejemplo, más reciente, que va en esta línea es el famoso canal de Twitch de Luis Enrique, el hasta hace poco entrenador de la selección española de futbol. Es conocido de hace tiempo que la relación de Luis Enrique con los periodistas – con algunos, no todos – es tempestuosa y se ha hecho evidente en muchas ruedas de prensa. Como seleccionador no podía evitar las ruedas de prensa – estaba obligado a ello -, pero con sus directos de Twitch conseguía lo mismo que perseguía Gerard Piqué: hacer llegar su discurso a todo el mundo, a su manera y sin intermediarios. Entre Luis Enrique y sus públicos, no había nadie. Era una relación directa.

Estas apuestas, claro está, tienen sus riesgos. El principal, que no todos las comparten y, por ejemplo, el Twitch de Luis Enrique podría haberse llenado de haters que boicotearan los directos. Pero la relación directa es sinónimo de sinceridad y de transparencia, dos características que la gente valora de forma positiva. Y, además, son dos iniciativas que ponen al día la comunicación entre dos personalidades públicas y sus seguidores, sin el encorsetamiento de los medios tradicionales.

Lo que han hecho Piqué y Luis Enrique lo puede hacer cualquier empresa u organización. Evidentemente, no tendrán su impacto planetario pero sí que ganarán un contacto directo con sus públicos. Construir nuestro propio canal es ahora más sencillo que nunca, tanto de cara al exterior como, también, para la comunicación interna y en múltiples formatos – vídeo, audio, imagen, texto… -. Pero esto debe hacerse de forma activa, como lo hace Luis Enrique en sus directos. Hay que escuchar e interactuar con nuestros públicos. No es suficiente, por ejemplo, colgar un tuit de vez en cuando, sino que debemos estar atentos e intervenir si es necesario en las reacciones que pueda provocar. Para mostrar sinceridad y transparencia.