Marc Homedes es jefe de Prensa de la Direcció General de Protecció Civil de Catalunya. Su trayectoria ha pasado por ambos lados de la profesión periodística ya que, por ejemplo, ha sido corresponsal de La Vanguardia en Chile. Su paso por el Departament d’Interior del Govern de la Generalitat de Catalunya le ha hecho gestionar situaciones de crisis muy importantes, entre las cuáles el atentado de las Ramblas de Barcelona en agosto de 2017. Su trabajo, junto al de Patricia Plaja en esos atentados, le ha valido multitud de reconocimientos.

Escucha aquí el podcast entero con Marc Homedes [en catalán]:

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Oiga, esto de Protecció Civil suena muy fuerte ¿no?

Protecció Civil básicamente tiene dos áreas; una de prevención y otra de gestión de las emergencias. Es una labor importante y que hay que entender dentro de un marco de colaboración con otros organismos.

Hay una parte muy importante que es la complicidad de sus jefes y de los periodistas ¿no?

Trabajar codo con codo con cualquier responsable es básico. Si no está bien engrasado, se resiente todo el trabajo que queramos hacer.

¿La comunicación interna es básica para que la información circule?

El público interno debe ser preferente porque hoy las redes sociales lo acentúan todo más rápidamente. Y no puede suceder que nos enteremos por el exterior de algo que ha sucedido.

¿Las materias que usted toca dan para hacer sensacionalismo o aquí tenemos una prensa menos amarilla que en otros países?

Más que sensacionalismo creo que nuestra materia es más dada a la espectacularización de las noticias, sobre todo las que tienen un componente visual. Las emergencias son noticia por definición; la forma de tratarla puede ser muy diferente. Creo que aquí se hace un periodismo respetuoso y serio que en el caso de las emergencias tiene vocación de servicio.

¿Las mentiras son el gran enemigo?

Son el gran enemigo sobre todo en una crisis porque es cuando se tensionan las organizaciones. Los rumores, las fakenews o las mentiras lo que hacen es añadir una carga más de trabajo. En la comunicación de crisis una parte importante es la anticipación, planificar y hacerlo sobre cosas que no son obvias. Hay que tener imaginación para pensar cosas que no parezcan ni posibles ni probables.

¿Cuál es su público prioritario?

Tradicionalmente, las instituciones han tenido a los medios como mediador único y a los ciudadanos como objetivo final de sus comunicaciones. Esto ha cambiado porque las redes sociales han eliminado el monopolio de trasmisión de la información que tenían los medios. Ahora trasmitimos para la ciudadanía y para los medios. No son uno u otro.

Las redes sociales fueron una herramienta fundamental en los atentados de Las Ramblas. Explíquenos aquella experiencia.

Los atentados de París en la Sala Bataclan nos hicieron pensar qué deberíamos hacer si algo similar nos ocurriera a nosotros. Analizamos como habían actuado allí y llegamos a la conclusión que, en primer lugar, debíamos tener una respuesta rápida muy básica para salir del bloqueo al que un atentado te puede llevar; en segundo lugar, tener muy presente ofrecer información rápida y actualizable a partir de la utilización de las redes sociales. 

Con todo elaboramos un estudio y diseñamos escenarios pensando qué necesitarían saber los ciudadanos en caso de un atentado. 

¿El miedo es el peor enemigo de ciudadanos e instituciones a la hora de comunicar de manera eficiente?

Los ciudadanos quieren certezas. Tener pautas de seguridad. Ese debía ser el objetivo. Por parte de las instituciones, más que miedo a la situación es el miedo al bloqueo por no tener todas las certezas y decidir no comunicar, para no generar caos. Eso es un error. Hay que ser capaces de explicar lo que se sabe, pero también lo que no se sabe. Explicándolo demuestras que estás al servicio de las personas.

Transparencia se llama ¿no?

Tanta como se pueda.

¿Las crisis sirven para mejorar procesos, discursos, maneras de actuar?

¡Claro! Por mucho que cueste reconocerlo, las crisis sirven para no cometer los mismos errores. La mejor forma de prepararse para una crisis es estudiar a fondo casos similares. Observar cómo se ha respondido, cómo se ha comunicado, te da todas las pistas.

¿El atentado de las Ramblas es la peor experiencia que has vivido?

… Y el accidente de Germanwings, porque a nivel emocional implicó convivir con mucha gente durante muchos días. De todos se aprende y de todo, sacas conclusiones para aprender. A nivel de gestión de emergencias, los belgas, por ejemplo, lo hacen muy bien. En Francia no se hizo lo mismo en los atentados de París o de Niza.

¿Cómo ves la comunicación en el 2030?

Es difícil de prever. Yo creo que la comunicación de crisis, pero en general la comunicación, estará muy enfocada al ciudadano; más trasparente, más efectiva, más rápida. Las prisas de las redes sociales que impregnan toda la comunicación y especialmente la de crisis tienen un aspecto que estresa a las organizaciones y que es muy crítico. Me gustaría pensar que habrá una cierta corrección en este sentido.

¿Un libro de comunicación?

Uno que ya tiene unos años, de Eugenio Tironi, que se titula «Comunicación estratégica, un mundo de señales». Es un libro que habla de comunicación y que es un compendio muy fácil para entender la comunicación moderna.

¿Un blog de referencia?

No tengo ninguno. En cualquier caso, me gusta leer artículos de la materia.

¿Un comunicador?

Hay un autor francés, Patrick Lagadec, que es un experto en comunicación de crisis que marca tendencia. Es un visionario y ha anticipado muchas cosas de las que están sucediendo y explica cómo adaptarse.

En comunicación se dice que nunca se puede mentir. ¿En esta entrevista me has dicho alguna media verdad?

Nunca se debe mentir. ¡!!Creo que conscientemente no te he dicho ninguna media verdad ni ninguna media mentira¡!! ¡!! Jajaja¡!!