Imma Amadeo es directora de Comunicación de la Fundació Champagnat. La Fundación Champagnat fue constituida en 1991 por Germans Maristes para la gestión de las obras del Instituto en Catalunya. La Fundación aglutina 14 obras sociales y 10 escuelas, con un modelo educativo en y con valores dedicado a la formación integral de la persona y del que destaca el acompañamiento a alumnos y familias y la atención personalizada, a la diversidad, a las dificultades de aprendizaje y también a las altas capacidades.
La comunicación es determinante. Su estrategia pasa por informar internamente a padres y alumnos de sus actividades y también para dar a conocer externamente su misión educativa. Comunicar desde las emociones es una de las pautas que utilizan en su estrategia.
Escucha el capítulo completo con Inma Amadeo aquí [en catalán]:
¿El ámbito de la educación lo hace diferente a la hora de comunicar?
Los grandes parámetros de la comunicación, que son la claridad y la trasparencia, forman parte de la propia estructura de la comunicación; así que las cosas no son muy diferentes a otros ámbitos. Transmitimos valores y explicamos qué y quién somos.
Qué público es más importante para vosotros, ¿el interno o el externo?
Ambos son importantes. Una buena comunicación externa será efectiva si la interna funciona. El público interno debe conocer muy bien lo que hacemos.
¿Evangelizar internamente no?
Sí, porque nuestra misión sale muy del corazón. Educar es amar. Y poner en valor lo que se hace desde la defensa de los derechos de los niños es fundamental.
Hablas de amor. ¿Cómo se comunica con amor?
Todo el trabajo se hace con amor porque tiene una parte muy importante de vocacional. Para la educación de los niños el amor está muy presente porque la importancia de lo que hacemos es esencial en su formación.
En la Fundación se habla de voluntariado y eso seguramente está muy vinculado a la gente joven. ¿Cómo se utilizan las redes sociales, que hoy en día tienen tanto impacto entre los jóvenes?
Las utilizamos todas. Pero, por ejemplo, en Instagram tenemos una gran aceptación. La herramienta de las redes sociales es muy potente. Cada red tiene un lenguaje diferente y lo que intentamos es difundir el proyecto. También utilizamos newsletter, página web, etc….
¿Y los medios tradicionales?
Todo tiene su momento. No podemos obviar que las cosas han cambiado y tener unas buenas redes propias da mucha potencia. Pero con los medios tienes un gran ámbito de influencia. Somos un elemento transformador y eso también tiene interés para los medios. Al final, unos y otros son protagonistas de transmitir nuestra misión.
¿Lo que se dice y lo que se hace es la mejor manera de construir la reputación de Maristas?
Diría que sí. No hay que mentir ni fingir. Nosotros tenemos un «producto» muy bueno y lo que comunicamos refleja lo que somos y lo que hacemos. Nuestro proyecto educativo es transformador y se hace un trabajo enorme en la protección de la infancia. No hay que hacer nada diferente a contar la verdad. Lo que explicamos es lo que hacemos.
¿Objetivos para el año 2022?
Consolidar la cultura de la comunicación en nuestra organización. Acabamos de estrenar un Plan de Comunicación muy ambicioso que me gustaría implementar.
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