Si hiciésemos una nube de tags en las entrevistas y artículos relacionados con la comunicación, la palabra “estratégica” aparecería bien grande y en el centro. Parece haber un consenso general sobre el peso y la importancia que tiene la comunicación en la gestión de cualquier empresa o institución, y la pandemia no ha hecho más que poner de relieve este papel crucial.
Entonces, ¿por qué solo 32% de los directores de comunicación forman parte de los comités ejecutivos de sus organizaciones, según el informe Estado de la Comunicación en España, de Dircom? ¿En qué quedamos, es estratégica la comunicación y, por tanto, debe estar presente allí donde se toman las decisiones estratégicas? ¿O es táctica y, por tanto, debe ejecutar aquellas acciones que otros decidan en el Comité Ejecutivo y que le sean trasladadas a modo “juego del teléfono”?
Porque otro gran riesgo de no incluir la función de comunicación en el Comité Ejecutivo es que las informaciones que le llegarán nunca serán de la fuente primaria, siempre serán contadas por alguien y, por tanto, con el sesgo inevitable de ser fuente secundaria. Y con el peligro de no entender bien el mensaje,
Comité de Crisis
Tan solo en una situación es unánime la presencia del Director de Comunicación en el máximo órgano de decisión: en el caso del Comité de Crisis. Nadie discute la vital importancia de tener siempre la función de comunicación en dicho comité. Muy ilustrativo. En el momento en que nos jugamos el prestigio y la reputación de toda la empresa, organización o institución, contamos siempre con el Director de Comunicación, es más, le escuchamos y – casi siempre – seguimos sus recomendaciones.
Entonces, ¿si hacemos esto en ‘escenarios convulsos’ porque no lo hacemos ‘en tiempos de paz’? Quizás porque una vez superada la tormenta, ya nos vemos capaces de ponernos al timón sin necesidad de brújula. Y es que, de comunicación, como de fútbol, todo el mundo sabe.
Pero si de verdad nos creemos que la comunicación es hoy más estratégica que nunca, si confiamos en los grandes profesionales que hay al frente de los departamentos de comunicación públicos y privados, y si queremos no solo preservar, sino consolidar y mejorar el conocimiento y la reputación de nuestra empresa, sería bueno tenerlos siempre en la sala de máquinas, allí donde se debaten y se toman las decisiones importantes. En caso contrario, lo de “estratégico” queda muy bien en las entrevistas, pero deja de ser una realidad.
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