Hoy, una gran mayoría de las empresas e instituciones tienen un Plan Estratégico de Comunicación y muchas de ellas tienen un DirCom o un responsable de comunicación. 

Pero muy pocas dotan a este Plan Estratégico de los recursos necesarios para llevarlo a cabo y, por tanto, el famoso plan acaba siendo una quimera irrealizable y es sustituido por la gestión del día a día y por un copy&paste del año anterior. 

Y entonces claro, surgen los famosos “problemas de comunicación”. 

Recursos necesarios

¿En qué quedamos? ¿Es o no es estratégica la comunicación? Si lo es, debemos dotarla de: 

• un presupuesto suficiente que permita llevar a cabo las acciones planificadas y que tenga un margen suficiente para los imprevistos.
• un equipo profesional que acompañe al director o responsable de comunicación y que vaya más allá de los dos becarios a los que se les pide casi de todo a modo de hombres y mujeres orquesta.
• un reporting directo con dirección general o con el comité ejecutivo para poder conocer con la antelación suficiente los principales hitos y proyectos o para poder tener el feedback de las acciones realizadas.
• un pool de colaboradores y proveedores de confianza para producir todas aquellas piezas gráficas o audiovisuales que requieren de un especialista (no, las fotos con el móvil no sirven y no, los periodistas no somos diseñadores gráficos ni maquetadores). 
• un comité de dirección comprometido con la comunicación y con el plan estratégico aprobado. 
• un comité de crisis creado y formado para poder hacer frente a las incidencias que puedan surgir .

Para hacer un símil: no me imagino a un Director de marketing que no tenga un presupuesto anual asignado, un equipo de Product Managers que desarrollen cada producto o servicio, una serie de agencias de publicidad, de medios, de digital y de diseño que le ayuden a llevar a cabo las propuestas y, por supuesto, una silla en el comité de dirección, ¿verdad que no? 

Es curioso porque al Plan de Marketing no lo solemos llamar “Plan Estratégico de Marketing”, pero en cambio sí suele estar dotado de (grandes) recursos.