Siempre que me preguntan cuáles son los secretos de una buena política de comunicación corporativa mi respuesta es: un buen diagnóstico, un buen análisis. Porque saber dónde estamos, saber hacia dónde vamos, saber con quién debemos relacionarnos, qué podemos decir y qué debemos decir, y hacernos tantas preguntas como sea necesario, es esencial para diseñar una política de comunicación adecuada y un plan de comunicación útil.
La capacidad de diagnosticar, analizar es una de las características básicas de cualquier responsable de comunicación o de cualquier consultoría que quiera tener éxito con sus estrategias de comunicación corporativa. Todo lo que no nos preguntamos nosotros mismos antes de iniciar acciones de comunicación, nos lo preguntarán los demás y aún más si por el camino nos encontramos una situación de crisis.
En este sentido, un buen diagnóstico se hace conociendo muy bien la realidad de la organización con la que trabajamos pero también manteniendo un sentido crítico más allá de la tendencia innata a la autocomplacencia y al optimismo de las propias organizaciones. La suma de las dos cosas, conocimiento y capacidad de autocrítica, permitirán realizar una radiografía exacta de la situación de nuestra empresa, de sus capacidades reales de comunicación, de sus potencialidades y así no nos equivocaremos a la hora de definir una política de comunicación corporativa.
A menudo sucede que los planes de comunicación incluyen acciones o medidas que son imposibles de asumir por la propia organización. O bien se desarrollan actuaciones de comunicación que no tienen ningún sentido y que no llevan a ninguna parte, con el correspondiente coste económico. Y se hace por el simple hecho de que quien ha planificado las acciones del plan de comunicación no sabía si eran positivas, si eran necesarias y si eran las más adecuadas para su empresa, porque creía que sabía lo que no sabía, no conocía suficientemente ni su organización ni cómo funciona el mundo de la comunicación corporativa.
Para hacer un buen diagnóstico hay que cumplir, esencialmente, con los siguientes requisitos:
- Hacerse tantas preguntas como sea necesario aunque no sean agradables
- Hablar con todos
- Definir y conocer los públicos internos y externos de la organización
- Conocer o aprender a fondo cómo funciona la organización
- Saber cuáles son los valores y los objetivos de la organización
- Saber cuáles son los defectos y las carencias de la organización
- Conocer las capacidades reales de la organización
- Saber en qué marco se desarrolla la actividad de la organización
- Visualizar las consecuencias de las diferentes acciones de comunicación
- Prever las situaciones de crisis
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