Hace ya tiempo que no puedo evitar esbozar una sonrisa cada vez que oigo hablar de márquetin de contenidos. Y es que no sé vosotros, pero yo hace años que me dedico a preparar contenidos y tengo la sensación de que los de márquetin, con el auge del digital, han descubierto la sopa de ajo y nos han “robado”, descaradamente, los contenidos a los comunicadores.

Cierto que ambas disciplinas tienen diversos puntos de contacto que pueden haber propiciado esta situación, pero la comunicación es una disciplina con una larga trayectoria como generadora de contenidos y el márquetin de contenidos, por así decirlo, justo acaba de nacer y dar los primeros pasos. Para encontrar una respuesta a la pregunta que planteamos, hay que entender primero cuáles son las principales diferencias entre las dos:

1. Táctica versus estrategia.

Como en una carrera de fondo, la comunicación requiere resistencia, paciencia y una estrategia a largo plazo para construir relaciones duraderas y generar reputación. Por el contrario, el márquetin de contenidos, como en un sprint, requiere velocidad, agilidad y un enfoque táctico centrado en los objetivos a corto plazo.

2. Alcance.

La comunicación tiene un alcance más amplio y puede incluir una variedad de medios y formatos, mientras que el márquetin de contenidos se centra principalmente en la creación y distribución de contenido digital.

3. Regularidad.

Los contenidos de comunicación deben ser regulares, coherentes y consistentes, mientras que los del márquetin de contenidos buscan más el impacto y el golpe de efecto para conseguir una reacción más rápida e inmediata.

4. Calidad versus cantidad.

La comunicación apuesta por la calidad del mensaje y su capacidad para generar vínculos, mientras que el márquetin de contenidos se basa en la cantidad de contenidos y de impactos generados.

5. Diálogo versus acción.

Mientras que el márquetin de contenidos busca proporcionar valor a través del contenido para conducir a una venta o a una acción específica, la comunicación busca proporcionar valor a través de la creación de un diálogo significativo y de una conexión con la audiencia.

Como veis, aun cuando ambas disciplinas utilizan los contenidos, no son, ni de lejos, lo mismo, aunque a menudo se confundan. Si bien el márquetin de contenidos resulta una herramienta eficaz para ayudar a vender, no busca favorecer el conocimiento, generar confianza ni tampoco construir reputación. Y cualquier organización sin conocimiento, confianza y reputación tiene los días contados; por más márquetin de contenidos que haga.