Esta es la historia de Omar y Herz, dos jóvenes palestinos que a mediados de abril decidieron compartir con el mundo su día a día en la Franja de Gaza. Esta es la historia de dos muchachos que han sabido conectar con 1,5 millones de personas en poco más de un mes. Es una historia que nos enseña muchas cosas y muy importantes sobre la guerra, la vida y la amistad. Pero también nos enseña cosas sobre comunicación.

Omar y Herz han sido capaces de crear un medio en una zona de guerra con un simple móvil. Una especie de Diario de Ana Frank del siglo XXI relatado en directo y en el que demuestran una resiliencia admirable.

Con 18 y 19 años han creado un estilo propio que sorprende por la positividad y la energía, han generado una rutina comunicativa (cada día publican un vídeo de unos 60 segundos) y han construido una comunidad fiel que los sigue y espera sus noticias. Tienen la voluntad de llegar al máximo de personas posibles, celebrando con sus seguidores cada hito conseguido (los 10.000, los 100.000, el millón) e invitando a la audiencia a compartir los contenidos. Utilizan el inglés como lengua franca e Instagram como medio casi universal.

Solo nos hablan de su vida, sí. Y posiblemente no tienen voluntad de imparcialidad, pero demuestran más que muchos medios, como en este post –probablemente uno de los más tristes– en el que explican el ataque a Rafah de hace unos días.

Omar y Herz son un ejemplo de perseverancia que no podemos olvidar en aquellos momentos en los que nos ahogamos porque el presupuesto no nos llega para contratar un diseñador, no sabemos cómo gestionar los contactos de una base de datos sin nuestro CRM de referencia o bien el tiempo se nos come en una entrega. Un móvil, dos adolescentes y un propósito ganan la batalla. Gracias Omar y Herz.