La comunicación interna es una pieza fundamental para el éxito de cualquier organización o empresa. A pesar de esta importancia, aún no existe un consenso sobre qué figura debe ser la responsable de gestionar la comunicación interna. En este caso, podría aplicarse perfectamente aquello de cada gorrión con su espigón.
La mayoría opta por el departamento de comunicación o el de recursos humanos al frente de la comunicación interna, pero no resulta nada extraño ver la comunicación interna en manos de dirección, gerencia, secretaria o de técnicos diversos. Tampoco es extraño que esté dejada de la mano de Dios, sin nadie que se responsabilice de ella. O, incluso, en manos de diferentes personas dentro de la organización que hacen lo que pueden, cuando pueden, con los recursos y el tiempo de que disponen.
¿Comunicación o recursos humanos?
Los que creen que es importante que la comunicación interna sea liderada por un departamento que tenga las competencias y los recursos necesarios para gestionar la información, los canales y las acciones de comunicación de manera eficaz y estratégica, suelen apostar por el departamento de comunicación como responsable.
Mientras que los que defienden que sea responsabilidad de recursos humanos, lo hacen por su papel clave en la gestión del talento de las personas, la formación, la motivación y la creación y mantenimiento de una cultura corporativa positiva.
La clave del éxito: la colaboración
Uno de los factores por los que resulta tan complejo determinar de quién debe ser responsabilidad la comunicación interna es la transversalidad. Como hemos señalado otras veces, la comunicación interna es cosa de todos y requiere de una estrategia compartida y de un liderazgo claro y comprometido.
Personalmente, soy de la opinión que la solución ideal para el liderazgo de la comunicación interna es una tríada, en la que el motor es el departamento de comunicación en estrecha colaboración con gerencia/dirección y el departamento de recursos humanos. La comunicación interna de nuestra organización ser verá abocada al fracaso sin alguna de estas tres patas.
¿Por qué es importante la implicación de la dirección y/o gerencia?
Cuando la dirección sostiene la comunicación interna, está enviando un mensaje claro a toda la organización sobre su importancia y prioridad. Además, este apoyo facilita la implantación de las iniciativas promovidas por los responsables de comunicación interna, ya que proporciona los recursos necesarios y refuerza la coherencia de los mensajes corporativos.
Este apoyo es una de las cuestiones que más nos preocupa cuando diseñamos un plan de comunicación interna. En más de una ocasión hemos visto fracasar su implantación por falta de recursos y compromiso de los equipos directivos.
Sea cual sea el grado de compromiso, lo que tenemos muy claro en Síntesi es que la comunicación interna es una inversión que puede aportar grandes beneficios a cualquier organización, a nivel interno y externo. Eso sí, siempre que se planifique, se ejecute de manera adecuada y profesional y tenga al frente una persona responsable capaz de trabajar de manera transversal.
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