Cuando alguien me pide que le explique la importancia de la comunicación interna me gusta contar la fábula de los picapedreros. Dice esta fábula que el poeta francés Charles Péguy se dirigía en peregrinaje a Chartres cuando vio a un picapedrero, sucio, sudoroso y cansado.
– ¿Qué está haciendo ?, le preguntó Péguy.
– ¿No lo ve ?, respondió el cantero.
– Pico piedras. Es un trabajo duro, me duele la espalda, estoy sediento y tengo mucho calor, continuó.
Péguy continúa su camino y se encuentra a otro picapedrero. También sucio y sudoroso, pero con buena cara.
Péguy repite la pregunta:
– ¿Qué está haciendo?
– Me gano la vida. Pico piedra para alimentar a mi familia y estoy muy contento de poder hacerlo, le responde.
El poeta sigue caminando y ve un tercer picapedrero. Este está contento y se le ve radiante. De nuevo, vuelve a preguntar:
– ¿Qué está haciendo?
– Construyo una catedral, afirma orgulloso.
La importancia de dar sentido al trabajo que hacen los equipos
Este es el trabajo de la comunicación interna. Conseguir que los equipos humanos de las empresas construyan catedrales. Y para ello no basta con tenerlos informados, hay que dotar de sentido su trabajo. Si a un empleado sólo le decimos que debe picar piedra, nunca conseguiremos los mismos resultados que si le explicamos que gracias a aquellas piedras que está picando construirá una catedral.
Esta realidad, aparentemente sencilla, no siempre es tenida en cuenta por las organizaciones, que centran prácticamente todos sus esfuerzos en comunicación externa y olvidan la fuerza transformadora de la comunicación interna. Una organización en la que todos sus miembros saben cuál es su propósito y luchan por conseguirlo es imparable, incluso en las circunstancias más adversas.
La clave, la comunicación interna
Los casos de estudio, así lo demuestran. Manuel Tessi nos expone unos cuantos en su libro «Comunicación interna en la práctica». Uno de los más interesantes es el caso de una empresa chilena que en 2010 fue víctima de un terremoto de grado 8 en la escala de Richter. Como consecuencia del sismo, la empresa quedó totalmente inoperativa y las previsiones iniciales era que se tardarían fuerza semanas en recuperar la normalidad. Pero esto no fue así. El centenar de trabajadores de la empresa logró volver a la normalidad en tan sólo 7 días. Los estudios posteriores pusieron de relieve que la rapidez en la respuesta sólo fue posible gracias a la labor realizada en comunicación interna los años anteriores al desastre.
¿Aún dudas de la importancia de la comunicación interna?
0 Comentarios