El European Communication Monitor, un estudio basado en la opinión de 40.000 profesionales de 50 países, apunta que la capacidad para construir relaciones de confianza con los públicos de interés será uno de los cinco factores de éxito en la comunicación de la próxima década.

Las fake news, la fatiga informativa, la desconfianza en las instituciones y el desinterés por la información hacen hoy más difícil que las organizaciones generen vínculos de auténtica confianza. Esto representa un problema, porque la confianza es clave en las relaciones personales y profesionales. No confesaremos nuestras intimidades a alguien en quien no confiemos. Tampoco entraremos en un restaurante que nos dé mala espina, ni depositaremos nuestros ahorros en una entidad bancaria de la que desconfiemos.

Por eso, también en comunicación, debemos ser capaces de construir relaciones de confianza como base para una comunicación efectiva. Y no lo conseguiremos si no hacemos las cosas bien.

De la misma forma que las empresas tienen departamentos de calidad que trabajan para mejorar los procesos, áreas económico-financieras que se preocupan por una gestión eficiente de los recursos o profesionales de la prevención de riesgos laborales que velan por el bienestar de la plantilla, también en el ámbito de la comunicación debemos hacer las cosas bien si queremos que nuestra organización genere confianza entre sus públicos. Todos los públicos, tanto internos como externos.

Eso pasa por cosas tan básicas como tener un web ordenado, pensar en una imagen gráfica coherente con nuestros valores o construir un relato alineado con el propósito empresarial.

El profesor Alejandro Madrigal, hematólogo mexicano con una larga y exitosa carrera en el Reino Unido, plantea esta analogía: “La confianza es como la madre. Solo se puede perder una vez”. Invirtamos en comunicación y veremos cómo construimos relaciones sólidas, la credibilidad aumenta y nuestra organización se convierte en un referente confiable para sus públicos.