Albert Aguilera es director del programa magazín “Tot es Mou”, que se emite cada mañana en TV3. Toda su trayectoria profesional está vinculada a la televisión pública catalana, donde trabaja desde 2001 y en la que ha pasado por, prácticamente, todos los departamentos: desde economía hasta el 3/24, pasando por la sección de deportes. Reconoce que Televisió de Catalunya ha debido hacer un esfuerzo titánico para adaptarse a las nuevas tendencias en comunicación, tanto por lo que refiere a la digitalización como para hacer frente a la competencia que le representa plataformas como Netflix o HBO. También reconoce que la relación entre periodistas y agencias de comunicación no siempre es fácil…
Le preocupa la proliferación de fake news, y de forma especial la falta de ojo crítico de la gente joven ante las informaciones que reciben y envían.
Podéis escuchar el capítulo entero con Albert Aguilera aquí [en catalán]:
Aparentemente, las secciones por las que has pasado son muy distintas. ¿Es así o son más parecidas de lo que creemos?
En todos los casos ha habido una base de criterio periodístico, de hacer periodismo. Tanto en el trabajo de periodista de calle que hice durante ocho años en la sección de economía, como cuando me han atribuido responsabilidades de edición o dirección gestionando equipos, la base siempre ha sido el criterio periodístico.
Durante todos estos años, lo que seguro has debido hacer es mantener un contacto diario con agencias de comunicación. ¿Cuál es la relación periodista-agencia de comunicación?
Las agencias de comunicación son una de las fuentes de información que tenemos los periodistas: las agencias de comunicación, las agencias de noticias y los gabinetes de comunicación de instituciones (consejerías, gobierno…).
En la actualidad, toda empresa tiene un gabinete de comunicación, de marketing o de prensa y es una buena manera de poder conseguir temas para los programas, bien porque los propone la agencia o porque los pide el periodista.
¿Y cómo calificarías esta relación?
Es una relación que está bien siempre que todos tengan claro el papel que les corresponde. La agencia ha de tener claro que tú puedes pedirle ciertas cosas y, a la inversa, también debe haber confianza suficiente para que, en algún momento determinado, la agencia te pida tratar cualquier cuestión.
Nosotros, como televisión pública, no podemos hacer publirreportajes de empresas concretas; pero sí que es cierto que, cuando quieres tratar un tema de actualidad, siempre te pones en contacto con la empresa que te lo pone fácil.
Por ejemplo, en el caso de la moda, es mucho más fácil llamar a la puerta de una empresa pequeña o de un gremio como PIMEC que no acudir a la puerta de Zara, donde sabes que te dirán que no.
Por lo tanto, ¿en algunos casos la relación puede ser de amor-odio?
Puede serlo, sí. O directamente de mucha distancia, muy fría. En el caso de Zara-Inditex, los gabinetes de prensa tienen muy claro que no irás nunca a grabar a ninguno de sus establecimientos. Digo Zara porque ellos dicen abiertamente “nosotros no queremos publicidad, ni para bien ni para mal”.
Hemos de tener en cuenta que cuando una televisión va a grabar imágenes de ropa, para seguir con el ejemplo, puede ser por razones muy distintas. Imaginemos que sea para tratar la cuestión de las tallas de las camisetas o pantalones. Una vez tratada la noticia, las imágenes de la tienda de ropa pasan al archivo de la tele y, una vez aquí, el departamento de comunicación, en este caso de Inditex, ya no las controla, de manera que las podríamos usar para ilustrar, si se diera el caso, un expediente de regulación de ocupación en el grupo Inditex. Y eso es lo que quieren controlar.
Son como un “Gran Hermano” …
Sí, quieren tenerlo todo controlado y, a veces, no sin motivo. Hay una cierta desconfianza entre los medios de comunicación y algunas empresas, porque la relación no ha sido fluida, porque se ven como enemigos.
Como decíamos, tienes una amplia trayectoria en televisión, más de 20 años, ¿cuál dirías que es el cambio o los cambios más importantes que ha vivido la televisión en este tiempo?
Creo que ha habido un cambio de percepción del producto que hacemos. Hace muchos años hacíamos un producto y sabíamos que la gente nos lo compraría. TV3 era un canal hegemónico y prácticamente no teníamos competencia. Ahora debemos hacer un esfuerzo muy importante cada día para poder entregar un producto que sea suficientemente bueno para que nos lo compren. El resto de cadenas hacen muy buenos productos; por lo tanto, tú no te puedes quedar atrás. Por mucho que seamos TV3 y por mucho que hablemos catalán.
Hace veinte o treinta años, era muy fácil. Pero ahora cada vez es más difícil porque, a la oferta de televisiones en catalán y en castellano, hemos de añadir toda la oferta de plataformas como Netflix o HBO.
¿Y la digitalización?
La hemos notado tanto a nivel interno, porque cada vez tenemos la tele más digitalizada, como a nivel externo, porque cada vez trabajamos más para que los contenidos que ofrecemos en la tele convencional estén presentes en los canales digitales.
Televisió de Catalunya ha hecho un esfuerzo para que su producto se pueda ver en todas las plataformas. Cada vez más, los programas de TV3 se podrán ver en todas las plataformas. Un ejemplo es el nuevo canal Super3, que es una plataforma nacida fundamentalmente en formato digital.
¿Y en este sentido, dirías que os habéis avanzado?
En el ámbito digital nos hemos avanzado un poco, pero no hemos sido los primeros. Nos hemos ido adaptando sobre la marcha. Estamos haciendo un esfuerzo para que un canal convencional avance hacia donde avanza la sociedad.
Hablando de cambios… En los últimos años, hemos empezado a hablar de las fake news o noticias falsas. ¿Tenéis algún mecanismo de verificación de la información en TV3?
Hay una norma escrita y no escrita que es que cualquier información que se da en pantalla debe estar perfectamente calibrada y contrastada.
Hace treinta años esto resultaba un trabajo relativamente sencillo porque llamabas a la fuente y te lo confirmaba o desmentía; pero ahora se hace más complicado.
Nos puede pasar que demos una noticia falsa, pero hacemos un esfuerzo muy importante para contrastar todas las informaciones.
¿Lo hacéis desde aquí mismo? Porque ahora no solo hay el teléfono… El whatsapp, por ejemplo, ¿lo hace más fácil o difícil?
Es más fácil porque ahora hay más canales: el fijo de siempre, pero también el mail, el whatsapp, el canal de Instagram, LinkedIn… En el programa [Tot es Mou], mucha de la gente que entrevistamos la contactamos por Instagram o por Twitter. Resulta más fácil que conseguir su teléfono móvil.
Sigue siendo importante que los que trabajamos en la televisión tengamos una agenda propia de teléfonos, pero también es importante que nos sepamos mover por las redes para encontrar otros nuevos.
Me gustaría pedirte por tu otra faceta, la de profesor, sobre todo porque lo eres de alumnos de ESO y Bachillerato… ¿Cuál es la relación de esta franja de edad con la comunicación? ¿Se quedan con el Tik Tok o van más allá?
La base es Tik Tok e Instagram. Hace once años que llevo dos grupos de cuarto de ESO y de primero de Bachillerato y hacemos clases de televisión. Pero si les preguntas si ven la televisión o leen diarios, la respuesta es no. Su fuente de comunicación y de información son las redes sociales, con el peligro que antes comentábamos de las fake news.
Ellos dan por válido aquello que se explica en Tik Tok y en Instagram. Muy pocos se paran a pensar si lo que reciben o envían es cierto o es falso. Por eso, desde la escuela, potenciamos mucho el hecho de que se paren a pensar si aquello que reciben es cierto o no; como mínimo que se lo cuestionen.
Hay un estudio que dice que en pocos años la mitad de las noticias que circulan por internet serán falsas.
De hecho, se dice que el peligro de las fake news no es solo que nos creamos noticias falsas, sino que al final no nos creeremos las que son verdad…
¡Por supuesto! Debe hacerse un esfuerzo tanto desde los medios de comunicación como desde las escuelas para intentar que la gente joven vea la información de manera muy crítica. Que analice todo lo que reciba.
“EN POCAS PALABRAS”
a. Un libro sobre comunicación: El Nuevo Testamento.
b. Un autor/a o experto/a en comunicación: Carles Francino.
c. Una campaña que te haya marcado”: “Póntelo, pónselo”.
d. Canales/Apps de comunicación que has incorporado últimamente en tu día a día: Twitch, para hacer retransmisiones deportivas con los alumnos. Creo que abre un montón de oportunidades.
e. ¿Quién (persona, organización) lo ha hecho muy bien últimamente en cuestiones de comunicación? Sin ánimo de ser egocéntrico, te diría que TV3, que estamos virando hacia una estrategia de comunicación muy acertada. Pero marcas como Carrefour creo que también están haciendo muy buen trabajo en comunicación.
f. ¿Y quién se ha equivocado? Los partidos políticos. Todos. Han convertido la comunicación en un lodazal.
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