En 30 años de historia de Síntesi, hemos creado mucha teoría y literatura sobre comunicación, con la voluntad de compartir aquello que íbamos aprendiendo. Empezamos en 2005 con un recopilatorio de cuentos titulado Ja saben què fas? (Editorial Mediterrània), donde intentábamos trasladar lo que habíamos aprendido a lo largo de la primera década de Síntesi a través de diez historias breves. Allí explicábamos conceptos como:
- Toda organización tiene una identidad –aquello que es– y una imagen –aquello que transmite y se percibe–. La comunicación debe transmitir una imagen de acuerdo con la identidad de la organización.
- Si tu no dices lo que haces, otro dirá lo que no haces.
- Las crisis no las provocan los hechos, sino la forma de reaccionar.
- El silencio no es rentable. El silencio también dice algo.
- En los años 40 del siglo pasado, las teorías sobre comunicación se centraban en la denominada era de la información: “Un trabajador informado era un trabajador feliz y productivo”. Actualmente, la comunicación ya no se entiende como un hecho piramidal y unidireccional, sino como un instrumento de relación intercultural entre dos o más personas: “Una cultura común es posible cuando la comunicación es común”. La comunicación externa empieza por la comunicación interna.
- El mejor producto o el mejor servicio es aquel que los clientes perciben como el mejor. El éxito de una marca precede a la soberbia y la soberbia, al fracaso.
- La revolución digital ha convertido a todas las empresas en medios de comunicación, pero estos medios deben gestionarse, deben dotarse de contenidos y deben evolucionar al lado de aquellos a los que van dirigidos.
- La comunicación es un hecho de proximidad y debe estar pensada para aquellos a los que va dirigida. Por eso los matices son tan importantes como la propia comunicación y, a menudo, determinan el éxito de la misma.
- Los medios de comunicación no son un instrumento al servicio de la comunicación de las empresas; son, simplemente, un canal de información. Y la información que se les hace llegar debe ser verídica y de calidad y debe cumplir con los principios básicos del interés periodístico.
- La buena comunicación es el resultado de un método y este no es otro que el análisis profundo de aquello que tenemos, de aquello que queremos comunicar y para quién y para qué lo queremos comunicar. Y en este proceso no caben ni las varitas mágicas ni los objetivos inaccesibles.
En 2011 veía la luz Crisis que matan, crisis que engordan (Editorial Club Universitario) sobre la gestión de la comunicación de crisis y sobre una experiencia, en ese momento, de 21 años gestionando crisis. Allí aprendimos que todas las crisis pueden ser una oportunidad y que la verdadera gestión de una crisis comienza a la mañana siguiente, cuando es posible introducir en las organizaciones una verdadera cultura preventiva de la crisis.
Posteriormente, en 2018 publicábamos un segundo libro titulado Así es la nueva comunicación (Punto Rojo Libros). En este explicábamos como ahora son las personas las que comunican y que todos somos líderes de opinión, medios de comunicación y fuentes de información fiable, y que esto ha cambiado el mundo de la comunicación. Hoy, los débiles son los medios y las organizaciones y cualquiera puede llegar a más gente y ser más creíble que cualquier empresa o institución. Y también alertábamos de la llegada de las fake news y de los riesgos que comportaba esta nueva situación.
Y con motivo de nuestro 25 aniversario como empresa consultora de comunicación, en 2020 publicamos Sabem comunicar? (Editorial Sunya), una recopilación de artículos de parte del equipo de Síntesi en la que analizábamos con ojos críticos el momento de la comunicación. Decimos que “la comunicación es hoy la base de la existencia. Si no comunicas, no existes”. Y realmente es así. Construir una reputación solo puede hacerse en base a la confianza y el conocimiento. Y los dos conceptos solo se consiguen comunicando y haciéndolo de forma constante, con transparencia y con objetividad.
Continuamos aprendiendo y continuaremos creando cultura de la comunicación. Porque nos gusta compartir aquello que sabemos.
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