Este 2015 apenas hace 20 años de la creación de Síntesi, y mirando atrás uno se da cuenta de cómo ha cambiado la comunicación en este tiempo, que puede parecer muy poco pero que en términos de comunicación ha sido una eternidad, ya que hemos pasado de la prehistoria a la edad moderna.
No hace tanto, algo más de 20 años, que la comunicación para la mayoría de empresas y organizaciones, a excepción de las grandísimas corporaciones, se limitaba a un entendimiento con el impresor. Este mejoraba los contenidos, decidiendo en realidad el discurso corporativo, determinando el diseño y, por tanto, garantizando la aplicación de la identidad corporativa y traduciendo en materiales los canales de comunicación de la empresa, que entonces se limitaban básicamente a boletines, catálogos y folletos. Para entendernos, las primeras estrategias de comunicación empresarial no se empiezan a aplicar en nuestro país hasta bien entrados los años 70 del siglo pasado.
Hasta que no aparecieron nuevos agentes en las políticas de comunicación, primero los diseñadores -ahora los llamaríamos directores de arte, que siempre queda mejor- y mucho después, hacia finales de los años 80, los expertos y consultores en materia de comunicación – hasta ese momento eran simples redactores de contenidos-, las políticas comunicativas se limitaban a tener mínimamente informados núcleos reducidos de interlocutores en el entorno de las organizaciones y en la mayoría de casos, la comunicación interna ni aparecía ni se le esperaba. De hecho, hoy en día todavía es la hora que muchas empresas deben dar el primer paso para comunicar entre sus interlocutores internos.
Y mientras unos todavía están en pañales de la comunicación, ésta se ha transformado, y como ocurre con la electricidad, hoy podríamos afirmar que sin comunicación el mundo no funciona. Hoy comunicar se ha convertido en una complejidad. No sólo debes tener informados a tus interlocutores más inmediatos, sino que cualquier persona de tu entorno cercano o lejano se convierte en un gran medio de comunicación y en una potente fuente de información gracias a la tecnología y a la aparición de las redes sociales como grandes canales de comunicación.
Al mismo tiempo, la información que ofrecen los medios de comunicación se ha dilatado de tal manera que ya no es importante la veracidad del contenido, sino que se trata de ver quién corre más a la hora de difundir este contenido.
Gestionar esto no es fácil, hay que saber utilizar las herramientas adecuadas en cada momento, hay que saber qué contenidos se entenderán y llegarán mejor y, sobre todo, hay que saber dos cosas: por un lado, identificar adecuadamente todos y cada uno de los interlocutores que configuran nuestro ámbito de comunicación y, por otro, saber cómo nos tenemos que relacionar con estos interlocutores para ir más allá de la simple información, a fin de crear una cultura común que nos permita entendernos.
Así de fácil y así de difícil es la comunicación veinte años después de que un grupo de profesionales empezáramos a caminar a través de sus complicados caminos. En 20 años de Síntesi hemos vivido toda una historia, toda una vida de comunicación y por suerte, todavía vemos un gran futuro por delante.
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