Los máximos responsables del New York Times han hecho pública este mes de enero una carta dirigida a la redacción del periódico en la que exponen cuáles son los objetivos para este año 2017, y que se enmarca en el informe estratégico que ha publicado también este enero el grupo de trabajo 2020 sobre cómo debe ser el periódico del futuro.
La carta a la redacción marca unos objetivos que, con matices y adaptaciones a nuestro entorno, podría suscribir cualquier profesional del mundo de la comunicación. Se trata de un plan de acción con once puntos que tienen por objetivo reformar la redacción del periódico para que pueda afrontar los retos que se le presentan:
- Inversión millonaria para cubrir el mandato de Donald Trump y el nuevo orden mundial
- Reinventar la estructura de edición para simplificarla
- Hacer un producto más visual
- Apostar por la formación interna
- Crear equipos temáticos y especializados.
- Apostar por el talento: reconocer el propio y reclutar el de fuera
- Priorizar la diversidad en la redacción, de género, raza, nacionalidad …
- Reinventar las secciones especiales
- Rediseñar el diario impreso
- Aumentar el equipo de impresión
- Apostar por la innovación
Es una estrategia pensada en clave de un periódico, pero muy aplicable a las necesidades del entorno comunicativo actual. Alguien podría pensar que lo que se plantea es excesivamente evidente, pero considerar evidentes los objetivos marcados sería banalizarlos.
Cualquier profesional de la comunicación, y esto incluye a los consultores, podría suscribir este decálogo del New York Times. Podría suscribir que para mejorar, adaptarse y sobrevivir en el mercado comunicativo que nos rodea se necesitan medios; simplificar y aclarar la información que se da para que sea de mayor calidad; apostar por la formación continua para no quedar atrás; especializarse; aprovechar y apostar por el talento; estar dispuesto a reinventarse y apostar por la innovación.
El New York Times lo tienen claro. Y estos principios pensados para un diario deberían formar parte del cualquier plan de acción de comunicación.
Apostar por el talento y por la formación es apostar por la calidad. Los responsables del periódico creen que integrar la adquisición de nuevas habilidades debe ser algo habitual, no se puede percibir como una actividad que distorsiona el día a día de sus profesionales. Esta defensa del talento y la formación es una manera de garantizar que nos podremos diferenciar del resto, que podremos competir con más garantías de éxito en un mercado comunicativo cada vez más competitivo y, a menudo, excesivamente superficial.
Reinventarse e innovar significa estar preparado para hacer frente a los nuevos retos de la comunicación corporativa, a las exigencias de los públicos, a las necesidades de empresas, asociaciones, instituciones y organizaciones de todo tipo.
Y con la apuesta por las áreas temáticas y la especialización, incluso aunque haya que buscarla de manera puntual fuera de la organización para poder dar respuesta a los retos, se admite una realidad imparable en la comunicación corporativa, que es que cada vez hay que especializarse y diversificarse más. Ya no sirve sólo saber un poco de todo, sino que hay que saber mucho de una cosa y sumar sinergias.
El tiempo dirá si el plan de acción ha funcionado o no. Lo que es seguro es que tanto para este periódico como para el conjunto de los profesionales del mundo de la comunicación la alternativa es quedar fuera de juego.
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