Responder a la pregunta que planteo en el titular no siempre es fácil. Su complejidad está estrechamente ligada con el hecho de que toda comunicación publicitaria tiene contenido informativo y ello hace que a menudo resulte difícil establecer los límites entre información y publicidad. Si bien esta dificultad es cierta, también es cierto que la comunicación informativa y la publicitaria nada tienen que ver.
La comunicación informativa tiene como objetivo proporcionar información relevante y útil a medios de comunicación, clientes, proveedores, accionistas y otros grupos de interés. Este tipo de información puede incluir noticias sobre la empresa, sus productos y servicios, los actos y eventos en los que participa, etc. La comunicación informativa es objetiva. Se basa en hechos y datos concretos y no en opiniones o juicios de valor. Solo pretende hacer de correa de transmisión.
En cambio, la comunicación publicitaria tiene como objetivo la promoción con fines comerciales de los productos y servicios de una empresa. La comunicación publicitaria es subjetiva, persuasiva, quiere influir en el comportamiento del consumidor y es remunerada.
Hasta aquí parece fácil, ¿verdad? Pues a menudo no lo es en absoluto. Y aún resulta más difícil si se trata de hacer comunicación del ámbito sanitario. Comunicar en el sector salud, muchas veces se convierte en una carrera de obstáculos en la que hay que estar dispuesto a ‘pelear con uñas y dientes’ —si se me permite decirlo así— con los departamentos de legal de las compañías para los que solo existe un tipo de comunicación: la publicitaria.
Cuesta mucho hacerles entender que no es lo mismo informar que publicitar. Que cualquier canal pude tener usos informativos y usos publicitarios, pero que no se puede generalizar y afirmar que cualquier comunicación vía web o redes sociales, por ejemplo, es publicidad. Todos los que trabajamos en comunicación sabemos que eso no es cierto.
Sabemos que no es lo mismo una web corporativa en la que te limitas a explicar quién eres, qué haces y cuál es tu cartera de productos y servicios, que una landing page para promocionar un producto e incrementar tus ventas. Tampoco es lo mismo hacer un post informativo en redes sociales sobre la introducción al mercado de una innovación sanitaria, que hacer una campaña de márquetin digital para promocionar esta misma innovación sanitaria. Aún menos es lo mismo un testimonial con un facultativo médico explicando el funcionamiento de una nueva tecnología, que un testimonial con un facultativo médico ensalzando las bondades de esta nueva tecnología.
Como profesional de la comunicación con clientes del sector salud, me gustaría no tener que pelearme con los compañeros y compañeras del departamento de legal cada vez que queremos hacer alguna acción de comunicación no publicitaria y que todos tuviéramos claras las reglas de juego. Pero, hoy esto no es así. Esperamos que alguien le ponga remedio.
0 Comentarios