Hace tiempo que todos los indicadores avalan el camino de la comunicación que va del texto en la imagen. Según un reciente estudio de Cisco, se calcula que el año 2022 el 82% de todo el contenido en línea será en formato vídeo y una prueba de esta tendencia es que hoy Youtube ya es el segundo motor de búsqueda de internet, luego de Google.
Una tendencia agridulce porque supondrá perder mucha parte de la riqueza que ofrece el lenguaje escrito ante la síntesis, y a menudo la simplificación, que implica el formato vídeo pero, al mismo tiempo, permitirá ganar impactos y probablemente, una comunicación más eficiente y clara.
Contenido con más interacciones
Actualmente, en las redes sociales, el contenido que genera más interacciones es el vídeo con un 6,28%, seguido de las fotos con un 4,71% y los enlaces con un 3,20%, según datos de Locowise. Estos porcentajes varían en función de la red social, pero tanto en Facebook, como Twitter el vídeo es el formato que genera más interacciones.
Ante estas evidencias la pregunta que nos debemos hacer, es si realmente estamos preparados para afrontar una comunicación eminentemente audiovisual, teniendo en cuenta que ni la cultura, ni el lenguaje comunicativo son los mismos que cuando nos limitamos a emitir textos.
¿Estamos preparados?
A pesar de la realidad, las estructuras de la comunicación corporativa en las organizaciones, están muy lejos de poder afrontar la transformación de la comunicación tradicional en la comunicación audiovisual. De alguna manera, es como cuando el mundo en línea aterrizó en nuestras vidas. Entonces la mayoría de las empresas se limitaron a trasladar sus textos en el espacio digital, sin ningún tipo de adaptación ni transformación.
Se trata de una carrera donde las adaptaciones no pueden ser lentas y donde aquellos que sean capaces de ofrecer sus contenidos en las diferentes plataformas, géneros y lenguajes ganarán la partida. Pero debemos ser conscientes de que habrá que destinar tiempo, formación y recursos para afrontar el reto de la comunicación audiovisual en condiciones.
La nueva comunicación ya está aquí y debemos saber integrar a las políticas empresariales como un hecho necesario tanto para garantizar la visibilidad de nuestras organizaciones como para ampliar las herramientas que permiten preservar la reputación. Ya no es posible dar la espalda a esta realidad ni hacer ver que no va con nosotros.
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